Ocho de las 9 personas muertas en el choque ocurrido el sábado fueron sepultadas ayer en cementerio de Santiago
SANTIAGO. La más impactante tragedia familiar ocurrida en los últimos años en esta ciudad, con la muerte de nueve personas en un accidente automovilístico, la madrugada del pasado sábado, tuvo este domingo su más alta expresión de solidaridad, cuando cientos de personas participaron en el múltiple enterramiento, realizado en el cementerio de la comunidad El Ingenio.
Lo más dramático fue asistir a la sepultura de los hermanos Sumérgida, Martín y Ciriaca Matos López, así como de Maura Alcántara, su hija, Basilia Hernández Alcántara y su nieto de siete años Abismael Franco.
Los seis recibieron cristiana sepultura al filo del medio día del domingo, mientras que Fausta Matos y su hija Mariana Contreras Matos fueron depositadas en sus respectivas tumbas al caer la tarde.
En ambos casos se realizaron misas de cuerpos presentes en la capilla del referido campo santo, que fueron encabezadas por el diácono permanente Manuel Polanco.
Esas ocho personas forman parte de las víctimas del accidente ocurrido a eso de las 6:00 de la mañana del sábado en la carretera Sánchez, cuando el minibús en que viajaban chocó una patana que se encontraba estacionada, en el lugar conocido como El Número, entre las provincias Azua y Peravia, de la región Sur del país.
El grupo, junto a otras personas que resultaron heridas, viajaba en un minibús con destino a Bánica, en Elías Piña, donde participarían este sábado en la misa de nueve días de una pariente de apellidos Aquino Matos.
José Luís Contreras, familia de las víctimas y quien conducía el vehículo que era de su propiedad, sufrió leves cortaduras y anoche participó en los actos de velatorios de las ocho personas.
Reiteró su relato original de que transitaba por la carretera Sánchez en dirección Norte-Sur y que fue momentáneamente cegado por las luces de un camión que transitaba en vía contraria, lo que le impidió ver que una patana estacionada más adelante, con las luces apagadas.
Familiares de las víctimas narraron este domingo que frecuentemente viajaban en grupos a la referida comunidad sureña, de donde son oriundos y que siempre lo hacían en el minibús manejado por Contreras, a quien definieron como un chofer prudente y responsable.
Un apunte
El hecho
Los diez familiares que fallecieron el sábado en un accidente de tránsito ocurrido en El Número, entre Baní y Azua, fueron sepultados ayer en el cementerio del sector El Ingenio de esta ciudad.
Mientras fue dada de alta la joven Francisca Hernández, de 24 años, del hospital traumatológico Ney Arias Lora.
Lo más dramático fue asistir a la sepultura de los hermanos Sumérgida, Martín y Ciriaca Matos López, así como de Maura Alcántara, su hija, Basilia Hernández Alcántara y su nieto de siete años Abismael Franco.
Los seis recibieron cristiana sepultura al filo del medio día del domingo, mientras que Fausta Matos y su hija Mariana Contreras Matos fueron depositadas en sus respectivas tumbas al caer la tarde.
En ambos casos se realizaron misas de cuerpos presentes en la capilla del referido campo santo, que fueron encabezadas por el diácono permanente Manuel Polanco.
Esas ocho personas forman parte de las víctimas del accidente ocurrido a eso de las 6:00 de la mañana del sábado en la carretera Sánchez, cuando el minibús en que viajaban chocó una patana que se encontraba estacionada, en el lugar conocido como El Número, entre las provincias Azua y Peravia, de la región Sur del país.
El grupo, junto a otras personas que resultaron heridas, viajaba en un minibús con destino a Bánica, en Elías Piña, donde participarían este sábado en la misa de nueve días de una pariente de apellidos Aquino Matos.
José Luís Contreras, familia de las víctimas y quien conducía el vehículo que era de su propiedad, sufrió leves cortaduras y anoche participó en los actos de velatorios de las ocho personas.
Reiteró su relato original de que transitaba por la carretera Sánchez en dirección Norte-Sur y que fue momentáneamente cegado por las luces de un camión que transitaba en vía contraria, lo que le impidió ver que una patana estacionada más adelante, con las luces apagadas.
Familiares de las víctimas narraron este domingo que frecuentemente viajaban en grupos a la referida comunidad sureña, de donde son oriundos y que siempre lo hacían en el minibús manejado por Contreras, a quien definieron como un chofer prudente y responsable.
Un apunte
El hecho
Los diez familiares que fallecieron el sábado en un accidente de tránsito ocurrido en El Número, entre Baní y Azua, fueron sepultados ayer en el cementerio del sector El Ingenio de esta ciudad.
Mientras fue dada de alta la joven Francisca Hernández, de 24 años, del hospital traumatológico Ney Arias Lora.
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