El país ha parido hombres ilustres, valerosos y verdaderos héroes en sus respectivos campos de acción. Unos más singulares que otros, tantos dedicados a la lucha militar y aquellos quienes se entregaron a la lucha intelectual, entre estos colocamos a Juan Emilio Bosch Gaviño; un vegano que nació con un intrínseco amor por la libertad, la democracia y la enseñanza.
Bosch vio la luz el 30 de junio de 1909 en La Vega, aun con raíces españolas y puertorriqueñas, tuvo un inmenso apego a la cultura nacional y al campo dominicano. Su vida transcurrió en su ciudad natal donde realizó sus estudios primarios y parte de los secundarios que nunca concluyó.
Es particularmente importante saber que muy a pesar de su incompleta formación académica, Bosch, es uno de los más ilustres personajes intelectuales de la literatura, la política y la educación nacional. Fue él precisamente quien desarrolló toda una tendencia cuentista peculiar, basada fundamentalmente en la vida rural del dominicano, muy específicamente en el Cibao
En 1933 publicó su primer libro titulado Camino Real, se inicia su labor crítica y literaria como ensayista en el Listín Diario, de esa época data también La Mujer. Para 1936 publicó La Mañosa una candorosa narración de la época caudillista del siglo XIX. En 1939 se trasladó a Cuba en condición de exiliado, tras haber sido encarcelado por sus ideales políticos contradictorios a la creciente dictadura de Rafael L. Trujillo.
A su regreso del exilio tras el ajusticiamiento del tirano, Bosch se convirtió en el primer presidente constitucional tras la dictadura, en los comicios de diciembre de 1962. El 27 de febrero de 1963, tomó posesión del que muchos historiadores consideran único gobierno verdaderamente democrático del país, mientras que otros lo asocian con comunismo. Esta última consideración fue la que provocó el golpe de Estado militar de 1963 que desencadenó posteriormente la Guerra Civil de 1965.
En 1973, Bosch decepcionado del rumbo que tomaron las cosas a lo interno del PRD, funda el Partido de la Liberación Dominicana (PLD). Con este volvió a participar en comicios electorales sin haber obtenido la victoria.
Bosch falleció el 1 de noviembre de 2001, dejando al país huérfano de un líder que caminó por la vida marcando huellas imborrables, en de quienes lo conocieron y en la historia nacional. Su legado en la literatura es una joya de incalculable valor apreciada, por los grandes críticos internacionales, su intervención en la política nacional, fue un antes y un después transformando la esfera política en un giro de 360°. Por esta y por muchas razones más Bosch es el ilustre maestro de la democracia nacional.
