En
la que fue la última reunión, el Gobierno dio por concluido este
viernes el diálogo con el Consejo Económico y Social (CES), sobre la
propuesta de disminuir a 410 mil millones de pesos, sin necesidad de la
reforma, el presupuesto del 2013 y no de 469,445 millones como el
Ejecutivo había propuesto, lo que representa aproximadamente un 4% menos
que en el 2011. De acuerdo a un documento enviado por el CES, tras la
reunión, el equipo económico del Gobierno les comunicó, a través de un
documento, su decisión de dar por concluido el proceso de discusión del
presupuesto del 2013.
Los representantes del Gobierno alegan que éste
está dispuesto a reducir un 2% más la reforma, “porque de otra manera
es imposible”.
El ministro de Economía, Planificación y
Desarrollo, Temístocles Montás, indicó que el CES no le dio propuestas
concretas de cómo llegó a los 410 mil millones.
Sin embargo, el CES informó que después de haber
agotado el proceso de discusión del marco presupuestario relativo al
gasto público correspondiente al año 2013, y haber recomendado un
presupuesto de gasto ascendente a RD$410 mil millones de pesos, procedió
a presentar al Gobierno diferentes ejercicios técnicos para sustentar
dicha propuesta, de la cual no dio respuesta.
El organismo expresó su preocupación por la poca
receptividad mostrada para analizar debidamente sus recomendaciones y
abordar con profundidad la ponderación de medidas para racionalizar el
gasto público.
Reiteró su posición de que con un monto de RD$410
mil millones de pesos para el gasto público el Gobierno puede manejarse
de manera eficaz, garantizar la sostenibilidad fiscal, y recuperar la
confianza de los actores de la sociedad, que reclaman un presupuesto que
no implique nuevos impuestos a la población y a los sectores
productivos.
En tanto que el vicepresidente de la Confederación
Nacional de Unidad Sindical (CNUS), Pepe Abreu, dijo que ellos no
pueden apoyar a que se siga afectando la clase media como ha sucedido en
las 14 reformas que se han hecho en el país.
El sindicalista indicó que todos los sectores
empresariales se niegan a que se les aumenten los impuestos por lo que,
en caso de que se apruebe la reforma fiscal, los afectados serían los
consumidores.
Dijo no estar de acuerdo en que se graben los
ahorros en los bancos. Afirmó que la única esperanza es que el Congreso
de la República represente como es debido a la población y espera que
tomen en cuenta las observaciones del CES.
De su lado, el presidente del Centro Bonó, Mariano
Serrano, señaló que la parte de la sociedad civil y el empresariado no
fueron escuchados, en esta reunión, por los representantes del Gobierno.
El CES dijo que convocará a su Pleno de
Integrantes para hacer una valoración integral del proceso llevado a
cabo hasta este momento.
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