Por primera vez en medio siglo, las elecciones generales cubanas de febrero despiertan incógnitas, debido a que los dirigentes históricos del régimen comunista entraron en cuenta regresiva por su avanzada edad y al límite de 10 años de permanencia en un cargo impuesto en Cuba, opinan analistas.
Ocho millones de cubanos están convocados a elegir, por voto directo y secreto, a los delegados a las 15 asambleas provinciales y más de 600 diputados para la Asamblea Nacional (Parlamento), bajo un proceso regido por la Constitución de 1976, en el que no estará en cuestión el control que ejerce el Partido Comunista de Cuba (PCC, único) sobre toda la sociedad.
"Por primera vez en el panorama electoral nacional, hay varias opciones en juego. Las elecciones (...) servirán para develar algunas claves de cara al futuro", dijo Jorge Gómez Barata, un conocido columnista digital (www.cubano1erplano.com) y exfuncionario del Departamento Ideológico del PCC.
"La placidez con que discurría la llamada política de cuadros, y que hasta hace poco aludía sólo a los eslabones intermedios, ha concluido, porque ahora se trata del segmento de alto nivel", agregó.
El nuevo Parlamento escogerá entre sus diputados a los 31 miembros del Consejo de Estado, máximo órgano ejecutivo que encabeza Raúl Castro, de 81 años, quien propuso limitar a un máximo de 10 años el tiempo para ocupar un cargo, a pesar de que no existe, como él mismo admitió, una generación de relevo.
Salvo imprevistos, Raúl Castro será reelegido en febrero para su último periodo de cinco años. El jefe de Estado preside también el Consejo de Ministros (gabinete) y, como es tradicional en sistemas comunistas, es además el jefe del partido.
Desde 1976, los cubanos vieron como resultaba reelecto cada cinco años Fidel Castro (ahora de 86 años), hasta que enfermó en 2006. Nadie dudaba en 2008 que Raúl Castro, número dos histórico del gobierno y del partido, sería elegido nuevo jefe de Estado, después de ser presidente interino casi dos años.
Raúl propuso en abril de 2011 limitar a 10 años el tiempo máximo para ocupar un cargo (dos periodos de cinco años), lo que fue ratificado en una Conferencia Nacional del PCC en enero pasado. Esta decisión marca el punto final para la generación fundacional de la revolución, que bordea los 80 años de edad.
Los actuales miembros del Consejo de Estado fueron escogidos por el Parlamento en 2008, por lo que pueden seguir en sus cargos como máximo hasta 2018, según la decisión tomada por el PCC, aún no refrendada por una reforma constitucional.
"En ese momento, el PCC no contará ya con líderes históricos de la revolución que podrían tener, para algunos sectores sociales, cierta legitimidad de origen", señaló la revista católica Espacio Laical en su último editorial.
Tampoco "contará con nuevas figuras políticas que posean la suficiente proyección nacional y estén en sintonía con los diversos sectores e imaginarios de la sociedad", añadió la revista de la iglesia Católica, institución que se ha convertido en interlocutor privilegiado del gobierno, en ausencia de toda oposición legal al régimen.
Como un recambio de la totalidad de la cúpula gobernante en 2018 parece "inviable", según Gómez Barata, en las elecciones de 2013 debe haber un relevo parcial.
"No hace falta decir que una renovación simultánea de toda la dirección estatal y partidista parece inviable ni tampoco se necesitan muchos cálculos para deducir que la única manera de no tener que hacerlo de modo masivo es avanzar en la próxima elección", apuntó.
Para Espacio Laical, darle la "legitimidad necesaria" a quien un día releve a Raúl Castro implica hacer cambios en el sistema electoral cubano.
"Esto habrá que empezar a cincelar desde ahora, para que el resultado del producto sea un proceso maduro en el que haya participado la generalidad de los cubanos", dijo la revista católica.
Gómez Barata también dijo que considera posible una reforma electoral: "es probable que la iniciativa del presidente Raúl Castro de limitar la función gubernamental a dos períodos de cinco años implique otros cambios en los mecanismos electorales, algunos de los cuales pueden ser profundos".
El columnista indicó que es probable que el sucesor de Raúl Castro no sea de la generación histórica, "sino que puede haber nacido después del triunfo de la revolución" en 1959.
"No podrá ser un debutante, sino alguien conocido y experimentado, con actitudes, liderazgo y reconocimiento social que se aproxime al de sus predecesores, nada menos que Fidel y Raúl Castro. Nada de eso se transfiere ni se hereda, y tampoco se logra de la noche a la mañana", afirmó.
El proceso electoral culminará posiblemente el próximo 24 de febrero, fecha patria en la que tradicionalmente el Parlamento elige al Consejo de Estado.
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